El hombre nace libre, responsable y sin excusas.
Jean-Paul Sartre
¿Será el Contador Público, el profesionista idóneo para llevar a cabo los trabajos que permitan emitir un dictamen sobre el adecuado cumplimiento de las obligaciones patronales ante el IMSS e INFONAVIT?
Seguramente, esa pregunta se la hicieron las respectivas autoridades al implementar este instrumento de fiscalización indirecta, que le ha permitido ampliar su capacidad de fiscalización.
En lo que respecta al Seguro Social, hace casi 25 años cuando se implementó el dictamen ante el IMSS, nuestra profesión no se caracterizaba por ser de las profesiones que más conocían las disposiciones legales que conforman el marco normativo de la seguridad social; todavía en la actualidad, los programas de estudio de nuestra profesión no establecen este tema como parte de las materias prioritarias, limitándose, en algunos casos, a materias optativas, a diferencia de otras profesiones, cuyo perfil denota un mayor conocimiento de esta materia.
Entonces, ¿por qué el dictamen lo emite un Contador Público y no algún otro profesionista que, sin duda alguna, podría dar cuenta del grado de cumplimiento por parte del patrón o sujeto obligado?
La respuesta es sencilla: porque a diferencia de otras profesiones, la nuestra tiene normados los trabajo de auditoría, que le permiten garantizar los requisitos mínimos de calidad y la aplicación de sanciones en caso de incumplimiento, las cuales, vale decirlo, son mucho más drásticas que las establecidas en los ordenamientos legales aplicables. Es decir, el Contador Público que ejecuta un trabajo de auditoría, tiene adecuadamente delimitadas sus responsabilidades profesionales, si consideramos que la responsabilidad, en un sentido positivo, es cumplir adecuadamente con nuestros compromisos, y en su sentido negativo, es asumir la consecuencia de nuestros actos.
La auditoría implica una actividad profesional y una responsabilidad del auditor ante la sociedad, razón por la que desde sus principios, la Contaduría Pública organizada ha procurado establecer los lineamientos que permitan el desarrollo del trabajo de auditoría con un alto nivel de calidad, además de que dichos lineamientos tomaran en cuenta su carácter profesional, garantizando el cuidado y diligencia en el desarrollo del trabajo, procurando satisfacer las necesidades de información de las personas que requieren de los servicios profesionales del auditor y en general de todas aquellas personas que utilizan los resultados de su trabajo.
La designación del Contador Público para emitir un dictamen reconocido por la autoridad, no se trata de una bondadosa concesión, sino del reconocimiento de los aspectos normativos y éticos de nuestra profesión.
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